Me encantan las sesiones de embarazo en exterior. Ya veréis que son diferentes a las sesiones de estudio porque tienen un toque de lifestyle muy natural y fresco. Mientras que en las sesiones de estudio juego más con la luz para crear fotografías más románticas y etéreas. Esta sesión la preparé con muchísima ilusión porque hace poco he sido tía y quería hacer un regalo muy especial y único para toda la vida. Es maravilloso fotografiar a mujeres embarazadas, tienen una mirada preciosa y su rostro transmite paz, felicidad, ilusión. María disfrutó mucho de su embarazo y el tiempo pasó tan rápido que cuando vemos juntas las fotografías nos emocionamos. Los niños traen alegría y esperanza a toda la familia, convivir con ellos te hace sentir más vital y vivir el momento de una manera más intensa porque el tiempo con ellos vuela. Espero que os guste esta sesión que hoy comparto con vosotros.