Ahora que soy mamá recuerdo cuando era niña y mi madre me abrazaba fuerte cuando lloraba. Sentía que me daba paz y protección. Ser madre es un sentimiento tan intenso que solo lo puedes vivir. Lloras, ríes, sientes mucho dolor y al mismo tiempo mucha felicidad. Y cada día que pasa quieres más a esa personita que crece rápido y no dejas de sentirte maravillada por verla una y otra vez, muchísimas veces al día sin cansarte. Me siento afortunada por tener a mi madre a mi lado, por ayudarme de una manera incansable y darme aún esos abrazos que tanto necesito. A todas las mamás, felicidades por ser las mejores mamás del mundo.