Esta historia tiene lugar en Barcelona, entre dos personas originales de Inglaterra y Italia.
La primera vez que conocí a Jilly y Marco me parecieron una pareja muy natural, sencilla y simpática. Pensé en seguida que sería una boda muy especial y así fue. El día de la boda fue perfecto y las imágenes que me lleve eran lo que esperaba, fotografías de emociones verdaderas.
Jilly y sus damas de honor nos esperaban muy contentas en casa, todas estaban nerviosas y se ayudaban las unas a las otras con los preparativos, el pelo, maquillaje y vestidos. ¡Era una fiesta solo para chicas! Pero el momento más increíble llegó cuando Jilly se vistió, una de sus mejores amigas le había hecho el vestido que era exclusivo para ella, una mujer elegante, joven y preciosa.
Más tarde fuimos a Manresa, a la bodega Oller del Mas, para encontrarnos con Marco que nos recibió en una ambiente muy cálido y con el que nos reímos muchísimo. Claro, como en todas las bodas pasan cosas imprevisibles pero tanto él como su familia pusieron su sentido del humor ante los problemas y todo fue genial.
Creo que solo tengo recuerdos bonitos de esta boda. Pero son las personas las que marcan la diferencia. Marco y Jilly no tenían prisas, disfrutaron de cada momento con la familia y amigos, disfrutaron de cada mirada entre ellos, y nosotros solo tuvimos que fotografiar la vida.